martes, 17 de enero de 2017

Páncreas

  En su despedida de los escenarios madrileños (segunda temporada en el Teatro Amaya tras una primera en el teatro Valle Inclán), y antes de comenzar gira por otras ciudades españolas, "Páncreas" nos deleitó con hora y media de comedia sobresaliente, con dramaturgia inteligente e interpretaciones de gran altura. El texto firmado por Patxo Tellería, versión propia del que originalmente escribió en euskera ("Pankreas", Tartean Teatroa 2015) es la base sobre la que el resto de ingredientes conforman un plato escénico con el que chuparse los dedos. Aunque la obra es muy divertida y en muchos momentos la carcajada es inevitable, los asuntos que trata son cosa seria: no en vano, el autor la subtituló como "Tragicomedia de vida o muerte o cómo juega a veces la suerte". Escrita en verso, aunque con un lenguaje muy actual, la rima aumenta incluso el efecto cómico de este disparatado manjar. Pero como ya decía, entre risa y risa la obra nos plantea cuestiones como hasta dónde llegaríamos por un ser querido, las manipulaciones que podemos llegar a hacer por conseguir el afecto de los demás o los límites de la generosidad.
  Los tres actores que la interpretan aportan, sin duda, el condimento exacto para que la receta funcione. Cada uno de ellos guisa su personaje dándole el punto justo y juntos hacen que los aromas de la comedia floten por el escenario incluso hablando de la propia muerte. Para quienes no conocíamos su faceta de músico, sorprende Fernando Cayo, que aporta la ambientación musical adecuada por medio del piano y se revela como un gran cantante-intérprete. Ilusión especial también me hizo ver de nuevo sobre las tablas a José Pedro Carrión, con quién tuve la suerte de hacer un curso hace unos años y de quien guardo un grato recuerdo, sobre todo por la contagiosa pasión que transmitía por el oficio de comediante. Sustituye a Santiago Ramos, que tuvo que dejar el montaje por problemas de salud , y fue la productora del espectáculo Concha Busto (coproducido junto al CDN) quien le llamó para la obra. Ambos, José Pedro y Concha (recuerdo también una charla inspiradora que ella nos ofreció sobre producción en la Aisge organizada por la Unión de Actores), ya se encontraban antes de este "Páncreas" en el retiro de su jubilación, pero el veneno del teatro que muchos conocemos les hizo embarcarse de nuevo en esta última (ojalá penúltima) aventura.
  Como colofón, para los postres, el elenco nos brindó una habanera que tras salir del teatro resonaba todavía, y en nuestro canturreo se delataba que habíamos disfrutado de una gran tarde de teatro.


  

  

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