Hoy, 20 de junio, se celebra el "Día Mundial del Refugiado". Aunque el verbo celebrar, por desgracia, no sea el más adecuado en este caso, como sucede con otras muchas causas que también tienen su propio "Día Mundial". Es una autentica tragedia la que viven millones de personas en este planeta, al tener que abandonar sus hogares en contra de su propia voluntad, debido a múltiples causas: guerras, hambrunas, persecución por motivos políticos o de orientación sexual, etc. Millones de desplazados, millones de historias personales de sufrimiento y dolor. Personalmente, esta es una de las realidades del presente que más me afecta. Mis dos últimos viajes al extranjero han sido, precisamente, a Atenas y a Estambul, y debo reconocer mis propias contradicciones y los sentimientos encontrados que sentí sabiendo que, al mismo tiempo que disfrutaba como turista, a pocos kilómetros la gente luchaba por su vida en unas condiciones dantescas. El puerto del Pireo, las costas turcas del Egeo, escenarios de una gran tragedia en la que ningún coro nos ayuda a comprender por qué el destino puede ser tan cruel.
He recordado estos días un espectáculo que vi el pasado otoño en el festival Temporada Alta de Girona. Se trata de "W. W. (We Women)" de la compañía Sol Picó. En el mismo se reflejaba la situación de la mujer en diferentes partes del mundo, con la particularidad de que la acción se desarrollaba en un campo de refugiados. El trabajo resultó conmovedor en más de un momento, no falto del componente de denuncia que el tema exige, y siempre lleno de una fuerza y una poesía que las intérpretes (bailarinas y músicas) imprimían a una historia bella y brutal. En el video podéis haceros una pequeña idea de lo que os hablo.
También hace un par de semanas asistí a un acto en el que activistas que han trabajado en la asistencia a refugiados (en el Pireo, en Lesbos...) relataron su labor y muchos datos y realidades que los medios de comunicación ocultan sistemáticamente. Como introducción a este encuentro se leyó el poema titulado "Home", de la poetisa Warsan Shire, nacida en Kenia de origen somalí y emigrada a Londres. Estos versos ilustran perfectamente lo terrible de un viaje incierto y me parece pertinente darlo a conocer en esta entrada. A continuación transcribo el poema (traducción de Javier Izquierdo Reyes), cuyos versos son un golpe directo a nuestro corazón y a nuestra conciencia.
Hogar
nadie abandona su hogar a menos que
el hogar sea la boca de un tiburón
sólo corres hacia la frontera
cuando ves a toda la ciudad corriendo también
tus vecinos corriendo más rápido que tú
aliento sanguinolento en sus gargantas
el chico con el que fuiste a la escuela
el que te besó tontamente tras la antigua fábrica de latas
está sosteniendo un arma más grande que su cuerpo
sólo abandonas tu hogar
cuando el hogar no te permite quedarte.
nadie abandona su hogar a menos que el hogar te persiga
fuego bajo los pies
sangre caliente en tu vientre
no es algo que hayas pensado hacer
hasta que el filo gastado amenaza
tu cuello
y aun entonces cargaste el himno bajo
tu aliento
sólo rasgando tu pasaporte en unos baños de aeropuerto
sollozando con cada bocado de papel
te queda claro que no podrías regresar.
tienes que entender,
que nadie pone a sus hijos en un barco
a menos que el agua sea más segura que la tierra
nadie quema las palmas de sus manos
bajo trenes
debajo de carrocerías
nadie pasa días y noches en el estómago de un camión
alimentándose de periódicos a menos que las millas recorridas
signifiquen algo más que el trayecto.
nadie se arrastra bajo vallas
nadie quiere ser golpeado
escupido
nadie escoge campos de refugiados
o registros al desnudo donde tu cuerpo
se queda dolorido
o la prisión,
porque la prisión es más segura
que una ciudad de fuego
y un guarda de la prisión
en la noche
es mejor que un camión repleto
de hombres que se parecen a tu padre
nadie puede soportarlo
nadie puede digerirlo
ninguna piel sería lo suficientemente dura
el
váyanse a casa negros
refugiados
sucios inmigrantes
solicitantes de asilo
dejando secos nuestros países
negratas con sus manos mendigas
huelen raro
salvajes
arruinaron sus países y ahora quieren
arruinar el nuestro
cómo hacen las palabras
las miradas sucias
ruedan sobre tus espaldas
ruedan sobre tus espaldas
quizás porque el golpe es más suave
que un miembro cortado
o las palabras son más tiernas
que los catorce hombres entre
tus piernas
o los insultos son más fáciles
de tragar
que el escombro
que el hueso
que el cuerpo de tu hijo
en pedazos.
quiero ir a mi hogar,
quiero ir a mi hogar,
pero mi hogar es la boca de un tiburón
hogar es el cañón de la pistola
y nadie abandonaría su hogar
a menos que el hogar te persiguiese hasta la orilla
a menos que el hogar te diga
que aceleres tus piernas
dejes tu ropa atrás
te arrastres por el desierto
atravieses los océanos
te ahogues
te salves
estés hambriento
mendigues
olvida el orgullo
tu supervivencia es más importante
nadie abandona el hogar hasta que el hogar es una voz sudorosa en tu oído
diciendo –
ve,
corre lejos de mí ahora
no sé en qué me he convertido
no sé en qué me he convertido
pero sé que cualquier lugar
es más seguro que aquí.
http://www.solpico.com/index.php/es/espectaculos/we-women
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