El corazón hambriento como el mar. Festival SURGE. Teatro El Umbral de Primavera. Octubre 2020

lunes, 5 de noviembre de 2012

MCBTH

  El pasado sábado asistí a la representación de MCBTH, versión del clásico de Shakespeare, con el que el Teatre Nacional de Catalunya ha comenzado esta temporada la programación de su sala pequeña. Acudí con expectación, ya que la mezcla Macbeth/Rigola me resultaba, a priori, muy atractiva. La verdad es que el propio director calificó el estreno de esta producción como "desastroso", en el festival Temporada Alta el pasado mes de octubre, lo que le llevó a pedir disculpas públicas en los medios de comunicación. Pero también había explicado que posteriormente se había ajustado el espectáculo y se habían subsanado los errores de la primera función. Así que entré en la sala sin prejuicios, dispuesto a disfrutar del montaje.
  Pero el disfrute no se dio. Lo primero que llama la atención en la propuesta de Àlex Rigola es lo estático del planteamiento. No hay acción, no hay movimiento, los actores sueltan el texto como estatuas repartidas por el escenario. La pulsión del original se pierde y, en vez de emoción, provoca aburrimiento. El colmo es cuando Malcom dice todo el diálogo de una escena con las manos metidas en los bolsillos de su cazadora. Se utiliza como fondo sonoro la música de la serie "Twin Peaks", de Angelo Badalamenti, pero es tal la inmovilidad de la escena que tampoco consigue el desasosiego que persigue. Y el espacio escénico lleno de pinos navideños de plástico y una caseta de madera tipo Leroy Merlin, tampoco ayuda mucho, la verdad.
  Eché de menos las sensaciones que tuve con montajes anteriores de Rigola, como "Días mejores" o "Santa Juana de los mataderos", que me transmitieron una vivencia de teatro total. Y me vino a la memoria el magnífico "Macbeth" de los ingleses Cheek by Jowl que pudimos ver hace unas pocas temporadas. Aquello sí fue un ejemplo de lo esencial y lo rotundo, desde una visión totalmente contemporánea.

No hay comentarios:

Publicar un comentario