miércoles, 7 de noviembre de 2012

JAKE & PETE'S BIG RECONCILIATION ATTEMPT FOR THE DISPUTES FROM THE PAST/CABEZA

  Doble programa el pasado domingo en el Mercat de les Flors. En primer lugar disfrutamos con el espectáculo de los hermanos Jacob Ampe y Pieter Ampe, quienes nos obsequiaron con una creación totalmente contemporánea y totalmente agradecida para cualquier tipo de público. Son sus propias experiencias fraternales las que nutren la dramaturgia de esta pieza que, a pesar de manejar materiales por todos conocidos, mantienen a la platea con una sonrisa permanente, cuando no con la boca abierta, o con la carcajada feliz o con la mirada tierna que despiertan. A veces parece un juego de clown, otras una performance apoyada en el teatro físico; nos sorprenden cantando como unas auténticas divas soul, o dejan entrever la crueldad que esconden muchas relaciones. Porque, al fin y al cabo, estos dos hermanos presentan una historia extrapolable a cualquier convivencia humana, no sólo familiar. Y es ahí donde enganchan y la obra funciona: en la humanidad que desprende, en el cruce entre lo sutil y el trazo grueso, entre el daño y la ternura. Y con unas pocas estructuras de madera y metacrilato llenan un espacio haciéndolo vivo; y sólo con sus voces crean un espacio sonoro atractivo y sorprendente. Geniales.

 http://www.campo.nu/drupal/civicrm/event/info?reset=1&id=314
 http://mercatflors.cat/

  A continuación, y también dentro del ciclo Sâlmon, nuevo encuentro con Daniel Abreu, quien estrenaba en Barcelona su nueva coreografía, titulada Cabeza. La pieza es un solo del que él mismo es intérprete, estructurado en diferentes partes que transitan formando una línea clara de principio a fin. Se agradece la libertad con la que el bailarín/coreógrafo parece moverse, tanto en lo conceptual como en su representación física. Su calidad de movimiento, la energía que transmite y su control del espacio llenaron el escenario mientras nos interrogábamos sobre la idea de equilibrio, los vaivenes que lo amenazan o la quietud final que lo asegura. Cuestiones íntimas que atañen a todos, tratadas con una sensibilidad casi zen, pero al mismo tiempo con el peso y la fuerza de un paso seguro. Un diseño de luces que acompaña perfectamente el trayecto propuesto, la utilización justificada del humo (que no siempre es así) y una gran montonera de carbón al fondo del escenario (¿el carbón negro de nuestras almas?) arropan al bailarín, aunque ya por sí solo llenase el espacio. Un espectáculo que se disfruta en la butaca y también una vez has salido del teatro, por las preguntas que te provoca sobre ti mismo y que puedes ir abriendo en el camino de vuelta a casa. Una "Cabeza" valiente y sincera.

http://danielabreu.com/
www.salmon-dance.com





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